Preguntas


¿Cómo saber qué quieres ahora?
¿Qué quieres hacer, de qué te has dado cuenta? 
Si es que te haz dado cuenta de algo.
¿Cómo saber si te acercas o te alejas? 
No sé lo que quieres ni tampoco puedo suponerlo. ¿Quieres algo?

No sé por qué me hago tantas preguntas. 
Escribo para que el tiempo pase y no quedarme horas pensando.
¿Por qué volviste a llamar?

Yo estoy bien, sobreviviendo igual que tú. 
Aún mejor, disfruté mucho este sábado que pasó. 
Nunca pensé que se podía volver a la tranquilidad después de tanto tiempo. 
Y disfruté mucho, ¿sabes?

No quiero pensar más en ti. 
Sobre todo porque presiento que ya está cerrado todo este asunto. 
Trato de escribir escuetamente, sin mucha emoción, de corrido, a ver adonde me lleva la mano. Necesito descargar.

Estoy aprendiendo a explorar lo que me pasa cuando escribo. 
Por eso hoy solo hago preguntas. Las que me dejan pensando. 
¿En qué crees? ¿Estamos a mano? 

Yo necesito volver a vivir. Es increíble que volví diferente.
Estoy muy bien ahora, hoy. Mañana no sé. 
Hoy no esperes nada. Yo estoy muy bien, gracias.

Gracias por tu llamada. ¿Si necesito tu ayuda? No. 
Ya sabré si quiero. No es el momento de seguir hablando. 
Es tiempo de esperar. Y de pensar. Y de resolver y responder.
¿Por qué volviste?